Erudyto
Rudy es groso, un tipo atípico, salpimentado a gusto suyo (no a suyo de tuyo sino a suyo de él, de Rudy) Y es que Rudy se quiere con tutti pero tiene con qué. El más audaz de los pibes de su camada, hizo capote en los años '70. Melena al viento, mostacho y patillas cortadas mecha a mecha. El "As",como lo apodaban, fue Campeón Intercolegial de Bochas y ex-simio bailarín de bailanta lenta. ¡Cuánto daño hiciste Rudy!¡Cúanto corazón rompiste, armaste y volviste a romper!El tiempo pasó, el viento se llevo esa melena y ahora toma pastillas para darle vida a su mecha. Pero nadie quitará lo bailado a Rudy. Nadie jamás podrá apaciguar el fuego de este mito viviente que alteró y adulteró la historia pasada, presente y futura de todo aquél que se cruzó en su camino.
En este espacio, sus anécdotas, sus logros, sus fracasos y, próximamente, su número de teléfono para reclamos y/o quejas de cualquier índole.
¡Y pegue! ¡Y pegue!¡Y pegue, Rudy, pegue!
En este espacio, sus anécdotas, sus logros, sus fracasos y, próximamente, su número de teléfono para reclamos y/o quejas de cualquier índole.
¡Y pegue! ¡Y pegue!¡Y pegue, Rudy, pegue!
posted by Rudy | 12:56 PM
2 Comments:
Y? Rudy? queremos escuchar esas historias. Con tanta presentación imaginé que era usted un hombre de palabra. No nos defraude Rudy, no nos defraude...
" Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.- El mundo es eso - reveló-. un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas; algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.
(Eduardo Galeano.El libro de los abrazos)
Los que vieron ese fuego que ardía vida con ganas se encendieron sin saberlo. Y quizás para eso ardía fuerte, para no perderse fácilmente, para continuar quemando en otros al saber que solo no podría. El calor que alguna vez recibimos es un regalo para siempre, que deposita algo de los otros en nosotros. Recordar, disfrutar, atesorar. Las mejores cosas que uno puede hacer con un regalo importante. Te quiero, ttq.
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